Hoy en día, es comprensible que todos estemos estresados debido a circunstancias imprevistas que no podemos controlar. Aquí en el hospital hemos estado trabajando largas horas en preparación para una oleada potencial de pacientes, en caso de que el COVID-19 tenga un impacto significativo sobre nuestra comunidad. Me complace decir que estamos ahora lo mejor preparados posible. Durante todo el mes de marzo, el cual estuvo muy ocupado con planificación y preparaciones, me ha consolado personalmente el uso de mi sistema favorito de autocuidado: Las cinco llaves del bienestar.
Contamos con mucho personal y miembros de la comunidad quienes son “Embajadores del Bienestar”, habiéndose graduado de Wellness University™, (La Universidad del Bienestar), patrocinado por el hospital. Este enlace provee recursos adicionales que espero sean útiles e inspiradores. Para un resumen rápido, podemos asegurar el bienestar al enfocarnos en cuatro aspectos de nuestras vidas diarias: la salud física, mental, emocional y espiritual. Para lograrlo, hay cinco llaves o ejercicios sencillos: el amor propio, la respiración, las decisiones positivas, el equilibrio y la confianza. Veamos cada una de ellas.
El amor propio – Empezamos con la llave más difícil, ya que muchas veces revelamos nuestro nivel de bienestar por medio de nuestros pensamientos y palabras. Cuando note un pensamiento negativo, inviértalo. Note su uso de palabras como “debería, hubiera, podría haber y tengo que” e invierta esos pensamientos. Por ejemplo, en vez de decir “Tengo que lavar la ropa”, inviértalo y diga “Me encanta tener ropa fresca y limpia para ponerme”. (Salud mental y espiritual)
La respiración – La solución rápida y fácil para aliviar la ansiedad y el estrés es la práctica regular de la respiración profunda o respiraciones de vientre. Por ejemplo: inhale al contar a seis, aguante la respiración al contar a 7 y exhale al contar a 8. Hágalo tres veces y verá que es físicamente imposible estar estresado mientras toma respiraciones profundas. (Salud física y emocional).
Las decisiones positivas – Tomamos decisiones en cada momento, así es que pregúntese, esa decisión, ¿mejora o empeora mi salud? Evalúe cada día sus decisiones principales en cuanto a su autocuidado, dieta, movimiento, ambiente, sueño y las personas en su entorno y, si no se siente bien, tome menos decisiones dañinas. (Salud física y mental).
El equilibrio – Las 24 horas de cada día son un regalo y cuando uno está equilibrado, encontrará que abunda el tiempo y que la vida muchas veces es agradable (¡aún cuando está trabajando!). El equilibrio consiste en prestar atención a lo que hace con su tiempo y no SOBRECARGARSE. Por ejemplo, el tiempo sentado en frente de una pantalla puede equilibrarse al salir y caminar afuera o hacer estiramientos mientras escucha música. Trate de llevar un registro de cada hora de un día de 24 horas y se dará cuenta de si se está sobrecargando con cierta actividad y, si así fuera, simplemente equilíbrese con una actividad diferente. (Salud física y emocional).
La confianza – Cuando tenemos la creencia de que estamos evolucionando con cada experiencia, nos damos cuenta de que los retos que enfrentamos nos ayudan a crecer. El mejor ejercicio para incrementar la confianza es practicar la gratitud. Yo, por ejemplo, estoy profundamente agradecida por nuestro equipo hospitalario todos los días, pero especialmente durante esta pandemia. (Salud emocional y espiritual)
Muchos de nosotros estamos haciendo todo lo posible por permanecer a salvo, ¡y lo agradecemos mucho! Espero que este articulo también le inspire a permanecer saludable.
Con mis mejores deseos por su bienestar,
Kelly Mather
CEO
Sonoma Valley Hospital