Cuando llegó la pandemia hace más de dos años, nuestras conexiones comunitarias se cancelaron de manera abrupta. Ya no hubo rutina de reuniones regulares, se postergaron las reuniones familiares planeadas, las quinceañeras quedaron en suspenso, las citas rutinarias de atención a la salud se cancelaron y las celebraciones de vida se pospusieron. Como individuos, familias, vecindarios y en nuestra comunidad en general, muchos de nosotros experimentamos el impacto de la desconexión.

Nos adaptamos utilizando las tecnologías virtuales para acortar distancias y mantener las conexiones. Pero ahora, a medida que disminuye la amenaza de la pandemia, podemos una vez más, volver a reunirnos en lugares familiares, ir de compras en persona y experimentar realmente estas celebraciones atrasadas.

Sin embargo, no todos han manejado bien la “desconexión”, y algunos de nosotros luchamos para reconectarnos. La transición del aislamiento, aun si fue autoimpuesto, a la reconexión es desafiante para muchos. Este es un proceso conocido como el “reingreso pospandemia”. El psicólogo Emanuel Maindenberg, señaló que “hemos pasado a la próxima etapa de afrontar esta pandemia. Al avanzar hacia una nueva normalidad, es de esperar que esto se asocie con gran ansiedad y un aumento en los problemas de salud mental”. Es por eso que nuestras necesidades de salud mental requieren nuestra atención al lidiar con esta próxima fase de la pandemia.

Debemos reunirnos, compartir, llorar, lamentar y estar presentes los unos para los otros. Debemos apoyarnos de muchas maneras, ya sea con un cafecito, una copa de vino, una caminata al Overlook o un paseo por el parque. Así también, debemos tener en cuenta que algunos necesitamos intervenciones más intensivas que otros. En el hospital, vemos ahora el trauma agudo de salud mental en todas las edades, desde los niños hasta los ancianos. Es un desafío conseguir la atención apropiada, ya sea porque no existen los recursos o la red no se da abasto. Además, la pandemia puso en evidencia claramente que no hay una sola solución para todos. Es ahora más evidente que nunca que necesitamos una red global de servicios de salud mental y conductual.

Grupo de Salud Mental del Valle de Sonoma
Cuando llegué al Valle de Sonoma, uno de los primeros líderes comunitarios que me presentaron fue Cameron Safarloo, director general del centro de tratamiento residencial Hanna Boys Center. Cuando él compartió su visión de establecer un centro de salud mental centralizado en su campus, con y para nuestra comunidad, inmediatamente vi el beneficio.

La oportunidad de establecer una red más robusta y enriquecer los servicios de salud mental y conductual en el valle es ahora posible gracias a los esfuerzos dirigidos por Safarloo, quien dijo: “Sabemos que hay una gran necesidad de mejores servicios de salud mental y acceso y que el acceso a estos servicios está gravemente limitado en el Valle de Sonoma. Hemos comenzado a colaborar con socios locales afines para satisfacer las necesidades de salud mental de nuestra comunidad. En el 2022, Hanna abrirá un centro de salud mental que mejorará en gran medida el acceso a estos servicios críticos”.

Diecisiete socios, conocidos como el Grupo de Salud Mental del Valle de Sonoma (Sonoma Valley Mental Health Collective), recientemente colaboraron para presentar una propuesta de financiamiento a la Ley del Plan de Rescate Americano (ARPA). Esta propuesta es comprensiva, inclusiva, culturalmente sensible y servirá a todo el espectro de edades y condiciones socioeconómicas de nuestra comunidad.

La subvención, una vez concedida, financiará el acceso a la capacitación especializada y recursos para los proveedores relacionados con la atención clínica conductual y la atención especializada de salud mental. El Hanna Boys Center se convertirá en una “ventanilla única” que liderará con “terapias informadas” y expertos. Socios como el Centro de Salud Comunitario (Community Health Center) proveerá personal y supervisará programas y servicios para familias, jóvenes y adultos; los Promotores y Luchadores de los grupos de alcance comunitario de La Luz tendrán más capacidad y S.O.S. tendrá un navegador comunitario dedicado. Por último, habrá una red de servicios y recursos sostenibles centralizados aquí en el Valle de Sonoma.

Tan bruscamente como tuvimos que desconectarnos, la mayoría de nosotros tiene que volver a conectarse de la misma manera. El reingreso no siempre es fácil y para muchos, la incertidumbre que invadió durante el aislamiento puede haberse cobrado un precio mayor del previsto. La falta de salud mental y conductual preventiva en el Valle y el Condado, hace que la red de seguridad de emergencia del hospital sea vulnerable. Aplaudo a Cameron (Hanna), Leslie (Hanna), Leonardo (La Luz Center), Cheryl (SVCHC), Kathy (S.O.S.) y a todos los líderes visionarios del Grupo de Salud Mental del Valle de Sonoma. La pandemia ha dado poder a un enfoque colaborativo y ahora todos somos parte de una sanación global.

La comunidad nos hace mejores.

Atentamente,

John 

Actualización acerca de la COVID:
¿POR QUÉ DEBO PONERME OTRA VACUNA DE REFUERZO?

Si está usted inmunodeprimido de forma moderada o grave, los CDC recomiendan dosis primarias adicionales y dosis de refuerzo, dependiendo de su situación. Las investigaciones continúan demostrando que una dosis de refuerzo puede reducir su riesgo de infección y enfermedad grave de COVID-19. Haga su propia evaluación, evalúe sus riesgos, actúe y manténgase informado.

2a vacuna de refuerzo: Las personas elegibles pueden ponerse la segunda vacuna de refuerzo de COVID en el Valle de Sonoma y en varias ubicaciones. Obtenga más información en: svhpvaccines.org ((https://www.svhpvaccines.org/)_
¿Quién es elegible para la segunda vacuna de refuerzo?
Los adultos de 50 años y más pueden obtener un segundo refuerzo de la vacuna de Pfizer-BioNTech o Moderna al menos cuatro meses después del primer refuerzo.
Las personas de 12 años y más con ciertas afecciones inmunodepresoras pueden obtener un segundo refuerzo de Pfizer al menos 4 meses después de su primer refuerzo.
Las personas de 18 años y más con ciertas afecciones inmunodepresoras pueden obtener un segundo refuerzo de Moderna al menos 4 meses después de su primer refuerzo.
Los adultos que han recibido una vacuna primaria con la vacuna de refuerzo de Johnson & Johnson (Janssen) hace al menos 4 meses, pueden obtener un segundo refuerzo con una vacuna de ARN.

FUENTES: FDA, CDC

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